POLEN DEL AVI LLUÍS

Las abejas recogen el polen de las flores con la ayuda de sus pelos, a los que se engancha cuando entra en contacto con los estambres. Después, se cepillan los pelos con las patas y van almacenando el polen en las patas traseras, formando una bolita que será transportada hasta la colmena.

El polen se distingue por su composición rica y variada, que incluye minerales, proteínas y otros elementos naturales. Su perfil característico lo convierte en un producto valorado por su diversidad y versatilidad.

A lo largo del tiempo, ha sido apreciado por muchas personas por sus cualidades únicas, encontrando su lugar en diferentes contextos según las preferencias individuales.

No se conocen contraindicaciones del polen, por lo que puede ser consumido por todo el mundo. La única excepción son las personas alérgicas a productos derivados de las abejas, o que padezcan de asma. Como precaución, hay que empezar tomando una pequeña cantidad hasta asegurarse de que se tolera.

Hay muchas formas de consumir el polen: polen granulado seco, miel con polen, o polen fresco. El momento ideal para consumir el polen es a primera hora de la mañana, antes de ir al trabajo o clase.

La dosis recomendada del polen seco es una cucharada sopera al día para los adultos y una pequeña para los niños. Debe recordarse que no es recomendable para menores de tres años.

El polen de abeja es una excelente fuente de proteína vegetal, ya que contiene más aminoácidos que los presentes en la leche, la carne, los huevos o el queso. Así, el polen es un producto altamente recomendado para dietas vegetarianas.

Además, es un suplemento energético muy recomendado para personas que desarrollen una alta actividad física.